lunes, 20 de julio de 2015
66. GRACIAS, MARI ÁNGELES POR TU ENTREGA GENEROSA EN LA PARROQUIA
Ayer por la tarde despedimos en la Parroquia a nuestra querida
Mari Ángeles. Después de casi un año de lucha contra la enfermedad, después de
una entrega muy grande y de generosa de su esposo, hijos, padres y familia en
esa lucha, después de pedir tanto su familia como nosotros comunidad parroquial
con mucha insistencia y confianza al Señor su curación, la muerte ha podido con
ella. Sin embargo, estamos convencidos que tanta entrega y confianza en Dios no
han caído en saco roto sino que la Vida con mayúscula ha acabado venciendo en
ella que estará haciendo suyas ahora las palabras del salmo responsorial de la
misa de ayer: “El Señor es mi pastor nada me falta, me conduce hacia fuentes
tranquilas y repara mis fuerzas… Tu bondad y tu misericordia me acompañan todos
los días de mi vida y habitaré en la casa del Señor por años sin término” (salmo
22).
Lo que supone para los más cercanos de la Parroquia lo expresa muy
bien las palabras dichas por una catequista al final del funeral:
“Querida Mari Ángeles: hoy queremos dedicarte unas palabras de
agradecimiento por tu buen hacer en esta vida. Estamos seguros de que nos estás
escuchando.
Hemos compartido momentos en la Parroquia, has puesto tu mano
para colaborar en ella: con los niños en la catequesis, en la limpieza, en el
consejo pastoral parroquial, tu presencia en el belén en el monte, en el
rosario de la aurora… Todos estamos agradecidos por haber caminado contigo en
esta comunidad de Nuestra Señora del Rosario.
Hay momentos que nos resultan difíciles de entender cuando nos
toca vivirlos, pero es a través de la fe que la muerte adquiere otro sentido y
nos invita a mirar más allá de lo terrenal. Así que confiados en Dios, ponemos
en sus manos tu vida y todos estos momentos de entrega a todos los que estaban
a tu lado.
GRACIAS Y HASTA SIEMPRE MARI
ÁNGELES”
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