sábado, 5 de abril de 2014

61. UNA PARROQUIA QUE VIVE LA ALEGRÍA DEL EVANGELIO... TRANSMITE VIDA Y ESPERANZA ANTE LAS DIFICULTADES


DOMINGO V de Cuaresma (6 de abril)
Lema: transmite vida y esperanza ante las dificultades


La promesa y los dones de Dios son irrevocables; por ello a la destrucción y el exilio siguen el perdón y la vuelta a la tierra prometida, una vez que el resto del pueblo elegido ha reconocido sus culpas; esta etapa de los profetas que anuncian la salvación y el nuevo tiempo del Mesías describe estas gracias de Dios como la resurrección de los muertos. El proceso de la Iniciación Cristiana llega este domingo a su término en el episodio de la resurrección de Lázaro, con la revelación de Jesús como Vida eterna y la unión de la fe en Cristo con el paso a la existencia perfecta; de modo que podemos decir: se llega a ser cristiano merced a un don de Dios (Samaritana), a una iluminación por el agua y el Espíritu (Ciego) y por una resurrección después de morir al pecado (Lázaro).

Palabras para meditar:
Conexión con el domingo pasado: “¿No te he dicho que si crees verás la gloria de Dios?” (era mirar y curar como Jesús)
“Yo mismo abriré vuestros sepulcros… Os infundiré mi espíritu y viviréis”
“Esta enfermedad… servirá para gloria de Dios”
“El que cree en mí aunque haya muerto vivirá; y el que está vivo y cree en mí no morirá para siempre”
Símbolo: VELA ENCENDIDA
Reflexión: ¡Cuánta humanidad, ternura y amor vemos en Jesús cuando llora ante la muerte de su amigo! Es cercano y con un sentido de la amistad profundo.
         Nos dice: EL QUE CREA EN MÍ AUNQUE MUERA VIVIRÁ. Nosotros, creemos en Jesús, nos fiamos de su Palabra en que resucitaremos. Tenemos pruebas evidentes para darle crédito. Jesús resucitó y testigo de ello fueron sus discípulos. 
        Jesús es la resurrección y la vida. Ser de los suyos es engendrar esa vida y esa esperanza en cualquier situación. Nos envuelve una cultura de muerte y, frente a ella, está la del amor que engendra vida. Muchas veces la cerrazón, el mirar de tejas para adentro, genera muerte, desconfianza, inseguridad y desesperación: paro, hambre, guerra, corrupción… Hemos de ofrecer, junto con las palabras, signos creíbles de esperanza. 
        Frente a la muerte está el amor que da vida. Ante tanta crisis (desempleo, sufrimiento…) y desesperanza en el mundo nosotros como parroquia tenemos que ofrecer junto con las palabras, signos creíbles de esperanza, de amor, de ilusión a las personas que nos necesitan.
Oración:
Jesús, ayúdanos a transmitir vida, alegría y esperanza a nuestro alrededor. ¡Cuánta necesidad tenemos de ellas! Y que lo hagamos convencidos de que la única forma de vencer de verdad al mal es con el amor y el bien.
Compromiso: Visitar a nuestros abuelos ya mayores o a alguien que necesite nuestra presencia y nuestra compañía.
Para alimentar esa transmisión de vida y de luz pueden ayudar esta canción
  
Canción: “Sé mi luz” por Ain Karem

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