jueves, 31 de diciembre de 2009

12. FIN DE AÑO Y COMIENZO DEL 2.010 CON MARÍA

Cerrando un volumen más
del libro de nuestra vida
    En pocas horas, cierras un volumen más del libro de tu vida. Cuando comenzaste este libro todo era tuyo, te lo puso Dios en las manos, podías hacer con él lo que quisieras: un poema, una pesadilla, una blasfemia, una oración…

   Podías... Hoy ya no puedes; no es tuyo, ya lo has escrito, ahora es de Dios. Te lo va a leer todo Dios el mismo día en que te mueras, con todos sus detalles. Ya no puedes corregirlo. Ha pasado al dominio de la eternidad.

   Piensa unos momentos, en esta última noche del año. Toma tu libro y hojéalo despacio, deja pasar sus páginas por tus manos y por tu conciencia. Ten el gusto de verte a ti mismo. Lee todo. Repite aquellas páginas de tu vida en las que pusiste tu mejor estilo.

   No olvides que uno de tus mejores maestros eres tú mismo. Lee también aquellas páginas que nunca quisieras haberlas escrito. No.... no intentes arrancarlas, es inútil. Ten valor para leerlas, son tuyas. No puedes arrancarlas, pero puedes anularlas cuando escribas tu siguiente volumen. Si lo haces, Dios pasará éstas de corrida cuando lea el libro de tu vida en el último día.

  Lee la que ha sido tu vida durante el año en este último día. Hay en él trozos de ti mismo; es un drama apasionado en el que, el primer personaje eres tú. Tú en escena con Dios, con tu familia, con tu trabajo, con la sociedad. Tú lo has escrito con el instrumento asombroso de tu libertad sobre la superficie inmensa y movediza del mundo. Es un libro misterioso, que en su mayor parte, la más interesante, no puede leerlo nadie más que Dios y tú. Si tienes ganas de besarlo, bésalo, si tienes ganas de llorar, llora fuerte sobre tu viejo libro en la última noche del año.

  Pero, sobre todo, reza sobre tu libro viejo. Tómalo en tus manos, levántalo hacia el cielo y dile a Dios solo tres palabras: ¡Gracias! ¡Perdón! ¡Ayuda!

  Después dáselo a Cristo. No importa como esté, aunque tenga páginas negras, Cristo sabe perdonar. Esa noche te ha de dar Dios otro libro completamente blanco y nuevo. Es todo tuyo. Vas a poder escribir en él lo que quieras.

  Pon el nombre de Dios en la primera página. Después dile que no te deje escribirlo solo. Dile que te tenga siempre de la mano... y del corazón.


Oración para terminar el año
   Señor Dios, dueño del tiempo y de la eternidad, tuyo es el hoy y el mañana, el pasado y el futuro.

  Al terminar este año quiero darte gracias por todo aquello que recibí de TI. Gracias por la vida y el amor, por las flores, el aire y el sol; por la alegría y el dolor, por cuanto fue posible y por lo que no pudo ser.

  Te ofrezco cuanto hice en este año, el trabajo que pude realizar y las cosas que pasaron por mis manos y lo que con ellas pude construir.

  Te presento a las personas que a lo largo de estos meses amé, las amistades nuevas y los antiguos amores, los más cercanos a mí y los que están más lejos, los que me dieron su mano y aquellos a los que pude ayudar, con los que compartí la vida, el trabajo, el dolor y la alegría.

  Pero también Señor, hoy quiero pedirte perdón, perdón por el tiempo perdido, por el dinero mal gastado, por la palabra inútil y el amor desperdiciado. Perdón por las obras vacías y por el trabajo mal hecho, y perdón por vivir sin entusiasmo.

  También por la oración que poco a poco fui aplazando y que hasta ahora vengo a presentarte. Por todos mis olvidos, descuidos y silencios nuevamente te pido perdón.

  Hoy te pido para mí y los míos la paz y la alegría, la fuerza y la prudencia, la claridad y la sabiduría.

  Quiero vivir cada día con optimismo y bondad llevando a todas partes un corazón lleno de comprensión y paz.

  Cierra Tú mis oídos a toda falsedad y mis labios a palabras mentirosas, egoístas, mordaces o hirientes.

  Abre, en cambio, mi ser a todo lo que es bueno, que mi espíritu se llene solo de bendiciones, y las derrame a mi paso.

  Cólmame de bondad y de alegría para que cuantos conviven conmigo o se acerquen a mi encuentren en mi vida un poquito de TI.

  Danos un año feliz y enséñanos a repartir felicidad. Amén.


ADEMÁS SOMOS INVITADOS A COMENZAR
EL AÑO 2.010 DE MANO DE LA VIRGEN MADRE
A continuación podemos escuchar dos canciones de la Hermana Glenda que se apoyan en palabras de María.
La primera canción es Magnificat: una magnifica manera de empezar el año proclamando la grandeza del Señor y alegrándonos en Él nuestro Salvador.


La otra canción es Hágase en mí: con las palabras de María ante la propuesta de ser la madre de Jesús hacemos un recorrido por la imagen de nuestra Virgen Blanca del Contenedor que el día 12 de enero cumplirá tres años en nuestra Parroquia



Y por si lo anterior no fuera suficiente: Algunos buenos propósitos para el nuevo año pero sin olvidar lo que señala un himno litúrgico de este tiempo de Navidad y que bien podríamos hacer nuestro:
Poner paz en tanta guerra, calor donde hay tanto frío,
ser de todos lo que es mío, poner un cielo en la tierra.
¡Que misión de escalofrío la que Dios nos confió!
¡Quien lo hiciera y fuera yo!






















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