El miércoles pasado día 5 de marzo comenzamos un año más la
Cuaresma. En la Parroquia coincidió con el undécimo aniversario de la Parroquia
(aquel año 2.003 también fue Miércoles de ceniza ese día 5). Al final de la
misa confiamos a nuestra Madre la Virgen del Rosario la Parroquia y todos los
que formamos parte de ella.
Este es el texto de la consagración:
Querida madre nuestra del Rosario, en esta tarde cumplimos nuestro
undécimo aniversario como Parroquia. Vivimos momentos difíciles. La crisis económica
afecta cada vez más a muchos de los nuestros. La falta de trabajo, las tensiones
familiares, la desesperanza con distintos rostros se hace palpable en muchos
momentos. Sentimos la debilidad de nuestra fe en tu Hijo Jesucristo, el
cansancio de nuestra esperanza en Dios y serias resistencias para amar de
verdad. Sin embargo, no es esta toda la verdad pues hay muchos aspectos
luminosos en cada hogar y en cada persona de los que formamos la Parroquia:
esfuerzo, paciencia, buen corazón, deseos de dar lo mejor de uno mismo,
solidaridad con los más desfavorecidos…
Queremos confiarte todo lo nuestro: alegrías y tristezas,
esperanzas y decepciones, convencimientos y miedos. Queremos poner en tus manos
y corazón de madre: la alegría y la ilusión de nuestros niños; la generosidad y
entrega cotidiana de los padres, abuelos…; la fortaleza en su debilidad de nuestros
enfermos y mayores; la gratuidad y buen hacer de quienes participan activamente
en la vida parroquial: equipos de limpieza, catequistas, coros, voluntarios de
Caritas, vida ascendente, comunidad neocatecumenal, incondicionales parroquiales…
Queremos confiarnos a ti porque estamos convencidos de que tú
nos conduces hacia Jesús, tu Hijo y el gran tesoro de tu vida. Queremos
confiarnos a ti porque deseas ayudarnos a afrontar los momentos gozosos,
luminosos, dolorosos y gloriosos de nuestras vidas desde la luz y la fuerza que
nos ofrecen los misterios gozosos, luminosos, dolorosos y gloriosos de tu vida
y de la de Jesús.
Queremos consagrarnos a ti para que tú nos ayudes a ser
portadores de Jesús a través de una vida cotidiana marcada por la alegría, la
sencillez, el estar atentos y no permanecer indiferentes ante las necesidades
de los demás, la confianza en Dios…
QUEREMOS CONFIARNOS DE CORAZÓN A TI CON TODO LO BUENO Y MENOS
BUENO QUE HAY EN NUESTRA PARROQUIA, EN NUESTRAS FAMILIAS Y EN NOSOTROS MISMOS.
PROTÉGENOS DE TODO MAL Y AYÚDANOS A SER –COMO TÚ- SIGNOS CREÍBLES DEL AMOR DE
JESUCRISTO EN NUESTRO BARRIO DE FUENTECILLAS.
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Para nuestro caminar cuaresmal este año hemos hecho nuestra
la dinámica de nuestro arciprestazgo del Vena que nos invita a cuidar y crecer
como Parroquia que vive
la alegría del Evangelio… Cada semana –a la luz de la Palabra de Dios del
domingo- se tratará de subrayar alguna actitud peculiar para vivir como Parroquia
esa alegría evangélica.
La Parroquia estará representada por un árbol que irá poblándose
semana a semana con los frutos propios de esas actitudes que se invita a vivir
particularmente durante cada semana.
DOMINGO I de Cuaresma (9 de marzo)
Lema: … Confía en la Palabra de Dios
El camino de la cuaresma es
paralelo al de la historia de la salvación que hoy comienza a narrarse en la
primera lectura a partir del pecado de los primeros padres; los apóstoles se
sirvieron de esos mismos motivos para hablarnos de la gracia que sobreabunda
por encima del pecado. Jesús, después de ser bautizado, mantuvo en el desierto
un combate singular con Satanás que representa las tentaciones que hubo de superar durante su vida para ser fiel al
Padre; de este modo, el Señor es modelo para el cristiano y para la comunidad parroquial.
Palabras para meditar:
-
“Cuando comáis de él se os
abrirán los ojos y seréis como Dios”
- “No hay proporción entre la
gracia y el pecado”
-
“No solo de pan vive el
hombre sino de toda
palabra que sale de la boca de Dios”
Símbolo: la BIBLIA
Reflexión: Dios da y cuida
la vida de Adán y Eva pero ellos –tentados por la serpiente– desconfían.
También nosotros estamos tentados –personalmente y como parroquia– de vivir al
margen de Dios. Necesitamos confiar en
Dios alimentando nuestra vida cotidiana con la Palabra de Dios.
Oración:
Señor te pedimos
perdón por nuestra debilidad, queremos fiarnos de ti, alimentar nuestra vida
cotidiana con tu Palabra porque sabemos que tú eres garantía frente a nuestros
fracasos, nuestro seguro a todo riesgo. Eres un Dios con nosotros que nos
hablas y escuchas.
Nos dices a cada uno:
Haz un esfuerzo por escucharme, te pido silencio interior para comunicarme
contigo, necesito que tu corazón esté limpio para que así puedas acoger mi
palabra.
Sí, Señor, confiamos
en ti y en tu palabra.
Compromiso: Sacar tiempo
todos los días para leer algún pasaje de la Escritura y llevarlo a la vida.
Para alimentar nuestra confianza en la Palabra pueden
escucharse estas canciones:
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